domingo, 21 de noviembre de 2010

LA SOLEDAD DE LA HAMBURGUESA

Soledad. Qué resonancia, bombo y platillo tiene esa palabra. En Madrid, como en todas las grandes ciudades, la soledad está tan presente que asombra. Mis propios ojos lo afirman.

Aunque odio los restaurantes de comida rápida, en la primera noche de mi última visita a la capital me entró el hambre, y como aún faltaba tiempo para que llegase mi compañía (la mejor del mundo) me metí por primera vez en mi vida en un Burger King (McDonalds ha habido muchos en mi corta vida, pero Burger King ninguno). Así que pagué a la educadísima cajera sudamericana 6'25 por un menú whopper-no-sé-qué y me senté a comer.

Al principio, entre todos los grupos de amigos, parejas y familias, estábamos el gordito de los cascos y yo. Después se nos unió un señor barbudo que acabó su comida rápidamente. Más tarde llegó el hombre de la gabardina de cuero. Cada uno en una esquina pero con algo en común. Estamos solos. Los cuatro nos miramos con una complicidad tímida. Cómplices y solos, mientras la gente alrededor también nos mira: ¿Por qué estarán solos?

Está claro que yo sé por qué no tengo compañía, pero me gustaría saber por qué ellos tampoco. Qué harán en la vida, el chico parece ser un freak de los cómics, a lo mejor el de barba está esperando un tren y por eso tiene prisa, igual el de la gabardina se está divorciando de su mujer, o le han echado del trabajo, o no, quizás tiene un día genial y le apetece comerse una mega-hamburguesa...no, no lo parece, tiene cara de haber tenido un día de mierda.

Lo que está claro es que estamos solos, y si yo estoy trasladando ahora unos pensamientos escritos en el tiquet de una hamburguesería (perdón, era un menú whooper mediano) quiere decir que la soledad tampoco es tan mala, que a veces conviene para ayudarnos a reflexionar. Definitivamente, creo que esta no va a ser la última vez que salga a cenar sola.



PSDT: Finde genial...al final no tan sola ;)

1 comentario:

  1. Juuuuuuuu!! Parece como si no hubieses tenido compañía en todo el finde!! mimimimi... Bueno, tengo que admitir que en el periodismo una columna debe tener gancho y un fondo más o menos comentable, y nuestro finde pastelón quizá no es ni noticia ni causa de debate. Así que, sólo me queda decir: ¡Bon Appétit!
    jijiji

    PD: En el aeropuerto te llamé porque YA te echaba de menos...

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